VIOLENCIA
I. ORIGEN
El
origen de la violencia se localiza en el conjunto de valores, ideas, creencias,
representaciones y atribuciones sociales construidas en cada cultura pero
basadas básicamente en la desigualdad social y sexual.
II. CAUSAS
a. El
alcoholismo: un sin número de casos registra que un gran por ciento de las
mujeres que son agredidas por sus compañeros conyugales, están bajo el efecto
del alcohol.
b. Falta
de conciencia en los habitantes de una sociedad: creen que esta es la mejor
forma de realizar las cosas: huelgas, tiroteos, golpes, etc.
c. Fuerte
ignorancia que hay de no conocer mejor vía para resolver las cosas: no saben
que la mejor forma de resolver un fenómenos social es conversando y analizando
qué causa eso y luego tratar de solucionarlo.
d. El
no poder controlar los impulsos: muchas veces somos impulsivos, generando así
violencia, no sabemos cómo resolver las cosas.
e. La
falta de comprensión existente entre las parejas, la incompatibilidad de
caracteres: la violencia intra-familiar es la causa MAYOR que existe de
violencia, un niño que se críe dentro de un ambiente conflictivo y poco
armonioso ha de ser, seguro, una persona problemática y con pocos principios
personales.
f. Falta
de comprensión hacia los niños: saber que los niños son criaturas que no saben
lo que hacen, son inocentes. Muchas madres maltratan a sus hijos, y generan así
violencia.
g. La
drogadicción: es otra causa de la violencia, muchas personas se drogan para
poder ser lo que no son en la realidad, para escapar así de la realidad
causando mucha violencia: si no tienen cómo comprar su ‘’producto’’ matan y
golpean hasta a su propia madre.
La
violencia se origina en la falta de consideración hacia la sociedad en que
vivimos, si creamos mayor conciencia en nosotros mismos, si analizamos que la
violencia no es la mejor forma de alcanzar las metas, de seguro nuestra
sociedad crecerá y se desarrollaría.
Una
de las principales causas de la violencia es la impunidad, seguida de la
negación o la dilación en la impartición de justicia.
III. CONSECUENCIAS
a)
Consecuencias para la salud
La
violencia contra la mujer y la niña, y demás miembros de la sociedad, aumenta
su riesgo de mala salud. Un número cada vez mayor de estudios que exploran la
violencia y la salud informan sistemáticamente sobre los efectos negativos. La
verdadera medida de las consecuencias es difícil de evaluar, sin embargo,
porque los registros médicos carecen generalmente de detalles vitales en cuanto
a las causas violentas de las lesiones o la mala salud.
Las
consecuencias de la violencia contra la mujer pueden no ser mortales y adoptar
la forma de lesiones físicas, desde cortes menores y equimosis (golpes,
moretones) a discapacidad crónica o problemas de salud mental. También pueden
ser mortales; ya sea por homicidio intencional, por muerte como resultado de
lesiones permanentes o SIDA, o debido a suicidio, usado como último recurso
para escapar a la violencia. En esta carpeta de información, Consecuencias para
la salud de la violencia contra la mujer y la niña, se explora el tema en más
profundidad
La
violencia trae dos tipos de consecuencias: Físicas y Psicológicas
b) Consecuencias físicas
b.1) Homicidio
Numerosos
estudios informan que la mayoría de las mujeres que mueren de homicidio son
asesinadas por su compañero actual o anterior.
En
las culturas en que se practica la costumbre de la dote (bienes que aporta la
mujer al matrimonio o que dan a los esposos sus padres o terceras personas, en
vista de su matrimonio), esta puede ser mortal para la mujer cuyos padres no
pueden satisfacer las demandas de regalos o dinero. La violencia que comienza
con amenazas puede terminar en "suicidio" forzado, muerte por
lesiones u homicidio.
b.2) Lesiones graves
Las
lesiones sufridas por las mujeres debido al maltrato físico y sexual pueden ser
sumamente graves. Muchos incidentes de agresión dan lugar a lesiones que pueden
variar desde equimosis (golpes y moretones) a fracturas hasta discapacidades
crónicas. Un alto porcentaje de las lesiones requiere tratamiento médico.
b.3) Lesiones durante el
embarazo
Las
investigaciones recientes han identificado a la violencia durante el embarazo
como un riesgo a la salud tanto de la madre como del feto no nacido. Las
investigaciones sobre este rubro han indicado mayores niveles de diversas
condiciones.
b.4) Lesiones a los niños
Los
niños en las familias violentas pueden también ser víctimas de maltrato. Con
frecuencia, los niños se lastiman mientras tratan de defender a sus madres.
b.5) Embarazo no deseado y a
temprana edad
La
violencia contra la mujer puede producir un embarazo no deseado, ya sea por
violación o al afectar la capacidad de la mujer de negociar el uso de métodos
anticonceptivos. Por ejemplo, algunas mujeres pueden tener miedo de plantear el
uso de métodos anticonceptivos con sus parejas por temor de ser golpeadas o
abandonadas.
Los
adolescentes que son maltratados o que han sido maltratados como niños, tienen
menos probabilidad de desarrollar un sentido de autoestima y pertenencia que
los que no han experimentado maltrato.
Tienen
mayor probabilidad de descuidarse e incurrir en comportamientos arriesgados
como tener relaciones sexuales en forma temprana o sin protección. Un número
creciente de estudios indica que las niñas que son maltratadas sexualmente
durante la niñez tienen un riesgo mucho mayor de embarazo no deseado durante la
adolescencia.
Este
riesgo mayor de embarazo no deseado acarrea muchos problemas adicionales. Por
ejemplo, está bien documentado que la maternidad durante la adolescencia
temprana o media, antes de que las niñas estén maduras biológica y
psicológicamente, está asociada con resultados de salud adversos tanto para la
madre como para el niño. Los lactantes pueden ser prematuros, de bajo peso al
nacer o pequeños para su edad gestacional.
Cuando
se produce un embarazo no deseado, muchas mujeres tratan de resolver su dilema
por medio del aborto. En los países en que el aborto es ilegal, costoso o
difícil de obtener, las mujeres pueden recurrir a abortos ilegales, a veces con
consecuencias mortales.
b.5) Vulnerabilidad a las
enfermedades
Si
se comparan con las mujeres no maltratadas, las mujeres que han sufrido
cualquier tipo de violencia tienen mayor probabilidad de experimentar una serie
de problemas de salud graves.
Se
ha sugerido que la mayor vulnerabilidad de las mujeres maltratadas se puede
deber en parte a la inmunidad reducida debido al estrés que provoca el
maltrato. Por otra parte, también se ha responsabilizado al auto descuido y a
una mayor proclividad a tomar riesgos. Se ha determinado, por ejemplo, que las
mujeres maltratadas tienen mayor probabilidad de fumar que aquellas sin
antecedentes de violencia.
C. CONSECUENCIAS
PSICOLÓGICAS.
a) Suicidio
En
el caso de las mujeres golpeadas o agredidas sexualmente, el agotamiento
emocional y físico puede conducir al suicidio. Estas muertes son un testimonio
dramático de la escasez de opciones de que dispone la mujer para escapar de las
relaciones violentas
b) Problemas de salud mental
Las
investigaciones indican que las mujeres maltratadas experimentan enorme
sufrimiento psicológico debido a la violencia. Muchas están gravemente
deprimidas o ansiosas, mientras otras muestran síntomas del trastorno de estrés
postraumático. Es posible que estén fatigadas en forma crónica, pero no pueden
conciliar el sueño; pueden tener pesadillas o trastornos de los hábitos
alimentarios; recurrir al alcohol y las drogas para disfrazar su dolor; o
aislarse y retraerse, sin darse cuenta, parece, que se están metiendo en otro
problemas, aunque menos graves, pero dañino igualmente.
La
violación y el maltrato sexual del niño puede causar daños psicológicos
similares. Un episodio de agresión sexual puede ser suficiente para crear
efectos negativos duraderos, especialmente si la niña víctima no recibe
posteriormente apoyo adecuado. Al igual que la violencia contra la mujer en el
seno familiar, el maltrato del menor suele durar muchos años y sus efectos
debilitantes pueden hacerse sentir en la vida adulta. Por ejemplo, la pérdida
de autoestima de la mujer que ha sido maltratada en la niñez puede traducirse
en un mínimo de esfuerzo para evitar situaciones en que su salud o seguridad
estén en peligro.
Ser
víctima de violación o abuso sexual es una experiencia muy traumática y sus
consecuencias pueden prolongarse por mucho tiempo. Víctimas (mujeres, niñas y
niños) que han sufrido ataques sexuales describen los siguientes sentimientos:
* Temor.
* Culpa.
* Desvalorización
* Odio
* Vergüenza
* Depresión
* Asco
* Desconfianza
* Aislamiento
* Marginalidad
* Ansiedad
* Ser
diferente (se sienten diferentes a los demás)
Es
un mito que la violencia sexual la ejercen solamente extraños, muchas
violaciones y abusos son cometidos por hombres que la víctima conoce,
incluyendo parejas y amigos íntimos. Por ello los ataques ocurren en cualquier
momento del día.
Violación
y abuso sexual puede ser realizado por extraños o conocidos, pero "nunca
con culpa de la víctima", pues existe la errónea creencia que es la
víctima quien lo provoca.
Efectos
en el niño derivados de haber presenciado actos de violencia
Las
investigaciones han indicado que los niños que presencian actos de violencia en
el hogar suelen padecer muchos de los síntomas que tienen los niños que han
sido maltratados física o sexualmente. Las niñas que presencian a su padre o
padrastro tratando violentamente a su madre tienen además más probabilidad de
aceptar la violencia como parte normal del matrimonio que las niñas de hogares
no violentos. Los varones que han presenciado la misma violencia, por otro
lado, tienen mayor probabilidad de ser violentos con sus compañeras como
adultos.
ANÁLISIS DE UNA PERSONA QUE SUFRE VIOLENCIA FAMILIAR
La persona abusada se vuelve
codependiente de su marido (el agresor), aún después de ser golpeada. Es
frecuente escuchar esta frase: "Es que yo lo quiero tanto". Personas
que llevan años soportando golpes dicen: "Yo no me separo porque lo
quiero". Es imposible querer a una persona que te está tratando como si
fueras un animal, eso es depender de esa persona.
Otro motivo por el cual algunas mujeres
no se separan de este problema de codependencia, es que las anima la familia y
lamentablemente la Iglesia, a permanecer con el abusador. Sobre todo la familia
les aconseja que mantengan esa relación por "el bien de tus hijos".
"¿Cómo vas a dejar a tus hijos sin padre?", les dicen.
¿Qué es mejor, tener un padre que golpea
a su madre y que luego golpeará a sus hijos, o no tener padre? Se les hace
mucho más daño a los hijos cuando ven que su padre golpea a su madre. Para los
niños pequeños la madre es la base de toda su vida, la base de su afectividad,
la base de su seguridad. Si una madre es golpeada, sus hijos se derrumban
afectivamente. Es mucho mejor separase. Yo no estoy a favor del divorcio, pero
la separación es, a veces, menos dañina.
A veces las mujeres no se separan y
sufren en silencio por miedo a perder su seguridad económica y la de sus hijos.
Esto sucede sobre todo en la mujer que no tiene educación.
Otras veces no se separan debido a las
amenazas de más violencia o de muerte, si intentan separarse. "Si le dices
algo a la policía te mato".
Cuando se pregunta a algunas mujeres por
qué aguantaron maltrato durante años, la respuesta más común es ésta: "Por
mis hijos; no quería que se criaran sin un padre". Parece una respuesta
válida, pero si la analizamos profundamente descubrimos su inconsistencia. Sucede
que en una situación de violencia los hijos también sufren. El crecimiento en
una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en su
desarrollo emocional y más tarde se manifestará en el abandono escolar, en el
uso de drogas, en desórdenes psicológicos y en violencia y
delincuencia.
En muchos casos influye el factor
económico. Soportan cuanta vajación venga con tal de no perder la seguridad
económica para sí y sus hijos. Se trata generalmente de mujeres con poca
preparación académica, conscientes de que sin el marido no podrían vivir
cómodamente.
Lo peor es que la mujer repetidamente
abusada se destruye psicológicamente. Su yo, su identidad individual. Eso la
incapacita para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia efectiva
("¡Qué bueno es él cuando no me golpea!"); su autoestima queda por
los suelos hasta creer ella misma que merece tales insultos y
golpes.
Cuando una persona cae a ese nivel, su
capacidad de decisión queda prácticamente anulada, porque el principio vital
está herido de muerte. Si a una persona así aplastada se le amenaza con un
"Si me denuncias, te mato", se sentirá paralizada. Quizás en un
último intento de supervivencia reaccione, pero usando las mismas armas que a
ella la han destruido.
El amor no debe doler. El amor implica
confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias,
ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con
alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad
física, moral y espiritual de la persona amada.
Las mujeres que aguantan una relación
abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y menta, se enferman,
toda la familia termina enferma. Las mujeres en situaciones abusivas pierden su
autoestima. No saben protegerse, ni se dan cuenta del peligro que
corren.
Primero hay una raíz cultural histórica.
Durante mucho tiempo nuestra sociedad ha sido muy machista, el hombre ha creído
que tiene el derecho primario a controlar, a disciplinar con severidad, incluso
a abusar de la vida de la mujer y de los hijos. Eso ha sucedido bajo la
apariencia del rol económico del hombre, proveedor de la
alimentación.
No crea que en EE.UU.. no se golpea a la
mujer. El padre americano, en tiempos de la colonia, tenía derecho hasta de
matar al hijo cuando no le obedecía.
Otra causa es la cultura actual. La
gente se tira de los pelos. ¿Por qué pasa esto? El modelo presente de nuestra
sociedad está reforzando el uso de la fuerza para resolver los problemas. Por
eso el abusador usa la fuerza física, para mantener el poder y el control sobre
la mujer, porque ha aprendido que la violencia es efectiva para obtener ese fin
de control y como ellos no han sufrido las consecuencias, las mujeres se han
callado.
La violencia doméstica ocurre en todos
los niveles de la sociedad, no solamente en las familias pobres. En las
familias ricas sucede lo mismo. Lo que pasa es que una mujer a quien le dieron
una paliza, si tiene dinero, se va tranquilamente a una clínica privada y aquí
no ha pasado nada. Las que son pobres tienen que ir al hospital y allí los
médicos dicen: "A esta mujer la han golpeado" y la policía se encarga
de eso.
Entre blancos, negros, amarillos,
católicos, judíos, protestantes y evangélicos; entre todos, existe la violencia
doméstica. Pero no por ser protestantes o católicos, sino, por no ser como
deben ser.
Otra causa de este problema son los
medios de comunicación. En la televisión la violencia es glorificada, los estereotipos
que nos presentan son de violencia sexual. Cuando un marido por la fuerza tiene
relaciones sexuales con su esposa, eso se llama violencia sexual, porque la
mujer también tiene derecho a decir que no. Si a una mujer, como yo oigo todos
los días, se le insulta, se le dice barbaridades, no se le habla y solamente se
la utiliza para tener relaciones sexuales con ella; ¿Cómo va a querer estar con
su marido? Tiene el derecho a decir No, con todo el derecho del
mundo.
En muchos casos, también la violencia
doméstica está íntimamente relacionada con el alcohol y las drogas. ¿Qué sucede
cuando una persona consume drogas o se emborracha? En esta parte del cerebro
tenemos los centros vitales, comunes con los animales y allí está el centro de
la agresividad o del instinto agresivo. Todos los hombres y las mujeres lo
tenemos. Pero en la persona normal, esos centros se comunican con la parte
consciente del hombre, lo cual diferencia al hombre del animal.
Cuando uno toma alcohol o usa cualquier
droga, estos centros quedan como un barco sin timón. Y ¿Qué le pasa a un barco
sin timón? Pues se estrella contra las rocas. Sobre todo la agresividad, el
instinto sexual, quedan sin control. Entonces viene el golpear a la mujer y a
los hijos bajo el efecto del alcohol y el abusar de la mujer sexualmente. El 50
% de los casos (que se conocen) de abuso sexual entre los hijos, es entre
personas alcohólicas o adictas, porque surge el animal que hay dentro de
nosotros mismo, en España.
Los recuerdos, los valores, los consejos,
cuando uno usa o abusa del alcohol o drogas, no funcionan y viene la violencia
doméstica.
A pesar de la llamada "liberación
femenina" (que en realidad muchas veces ha llevado a la mujer a mayor
esclavitud), todavía hay hombres que consideran a esposa e hijos como objetos
de su propiedad. Por eso se creen con el derecho a descargar sobre ellos su
frustración o malhumor maltratándolos a su antojo.
Como los hijos imitan a padres, se da
con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos entre
sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto.
Aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan con la fuerza
bruta.
Ese aprendizaje negativo se arraiga
tanto que muchas veces pasa de generación en generación. Si a esto se añade la
"glorificación" de la violencia en los medios de comunicación,
podemos entender el por qué muchos seres humanos recurren a la violencia, a
veces con una frialdad que asusta más que el mismo acto violento.
La experiencia enseña que muchos de los
abusadores familiares parecen "mosquitas muertas"; pasan por personas
educadas y suaves, pero en el fondo son individuos celosos con una pobre imagen
de sí mismos y que viven en un mundo irreal. Si a esas personas les da por
tomarse unos tragos de más, cosa frecuente, la explosión violenta será mucho
mayor.
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